El sábado 5 de septiembre, con el Land Rover de Xavier Martin Birding fuimos a ver avutardas con varios de nuestros vecinos de Cedillo de la Torre, en el Nordeste de Segovia. Vinieron Manuela, Macu, Petri y Chemi, con muchas ganas de disfrutar de las aves y la naturaleza, tan abundantes en nuestra comarca. Salimos desde Casa Rural para grupos La Robliza.
Hacía un día espléndido, y pronto pudimos comprobar la gran abundancia de rapaces que nos acompañan: busardos ratoneros, aguiluchos cenizos, pálidos y laguneros, cernícalos comunes, milanos reales y negros, y carroñeras, alimoches (Egyptian Vulture, Neophron percnopterus) que todavía no se han ido, y buitres leonados (Griffon Vulture, Gyps fulvus), que se dispersan más al acabar la temporada de cría. Un grupo de más de cuarenta cuervos (Raven, Corvus corax) nos sorprende con sus vuelos acrobáticos.
Pronto apareció la primera avutarda (Great Bustard, Otis tarda): un macho solitario caminado pausadamente por las tierras. El comportamiento habitual de las avutardas cuando detectan un peligro, nuestro coche en este caso, es alejarse andando despacio, sin perdernos de vista: sólo volarán si aprecian que el peligro se acerca, o se mantiene demasiado tiempo.
Seguimos rastreando las tierras, en busca de la naturaleza salvaje del Nordeste de Segovia, tan poco conocida. Los corzos (Western Roe Deer, Capreolus capreolus), abundantes, nos deleitaron con su presencia. De repente, apareció un grupo de diez hembras de avutardas, que no pudimos fotografiar, pero que al día siguiente permanecian por la zona. Este grupo de hembras, de contemplación inusual, es posible que represente la mayor parte de las hembras residentes del Nordeste de Segovia.
Un grupo de milanos negros (Black Kite, Milvus migrans) se preparaban en el suelo para irse a dormir. Duermen en árboles, chopos y álamos, pero antes se concentran en el suelo hasta que casi es de noche cerrada. Luego, levantan el vuelo, y se refugian en la arboleda. Les queda poco tiempo, antes de su viaje a África, entre Senegal y Sudán y el extremo sur del continente.
Visitamos una de los navajos de la zona (son pequeñas charcas endorreicas y estacionales en los páramos), que estaba casi seco, pero a pesar de ello, un adulto de garza real (Grey Heron, Ardea cinerea) estaba al acecho. Por allí se refugiaban en los rosales silvestres un nutrido grupo de gorriones morunos (Spanis Sparrow, Passer hispaniolensis), especie que se encuentra en el Nordeste de Segovia en la zona norrte de su área de distribución.
En el Nordeste de Segovia reside un pequeño grupo de avutardas, unos cinco machos adultos y unas diez hembras adultas, que sacan adelante un número de pollos de alrededor de 3 ó 4 al año. Este año, hasta el momento sólo hemos podido comprobar la presencia de 1 ó 2 pollos. La población se ve reforzada en verano, con la visita de un grupo de machos adultos, entre 22 y 26, que nos acompañan entre julio y noviembre.
Precisamente, este grupo de 26 machos de avutardas son los que pudimos contemplar a continuación en un campo: parsimoniosos se fueron alejando andando, y nosotros nos dimos la vuelta, para no molestarles en la medida de lo posible.
Pero no todo son grandes aves. El bisbita campestre (Tawny Pipit, Anthus campestris), antes de irse a pasar el invierno al Sahel, anda deprisa por los caminos, y se deja fotografiar. Y las perdices rojas (Red-legged Partridge, Alectoris rufa) se reúnen en bandos de entre 10 y 20, que corren apresuradas.
Ya de noche, llegamos a Cedillo, no sin antes disfrutar de la avutarda macho del principio, y otras cuatro avutardas hembra, refugiándose en la noche.
¡Hemos disfrutado de 41 avutardas!