Este pasado lunes fuimos a observar aves con Per y Quique, que venían de Vilafranca, al norte del País Valencià.
Salimos desde la Casa Rural para grupos La Robliza, en Cedillo de la Torre.
El día se presentaba gris, muy nuboso y lluvioso, con claros y chubascos, y a veces con un viento helador que nos atravesaba hasta los huesos.
Después de disfrutar con el Sabinar de Hornuez, e intentar disfrutar con las vistas de la zona, nos fuimos hacia el Parque Natural de las Hoces del río Riaza.
En en el Refugio de Rapaces del Embalse de Linares, en las hoces del río Riaza, los buitres leonados (Griffon Vulture, Gyps fulvus) estaban con las alas extendidas, secándose de la húmeda noche que había pasado.
Muchos buitres en tan magnífico paraje.
Luego nos fuimos a recorrer con nuestro Land Rover Defender las amplias estepas, onduladas, verdes e inundadas. Y por todas partes se observaban grupos de buitres recorriendo todo el paisaje que se extendía a nuestro alrededor.
Íbamos en busca del grupo local de avutardas, de las ortegas, y de otros seres vivos que nos hablan de la gran riqueza, habitualmente inadvertida, de nuestros cultivos de herbáceas de secano.
Los corzos (Roe Deer, Capreolus capreolus) nos observaban curiosos, sin perderse los alrededores, por si acechaba algún peligro.
Observamos grupos de avefrías (Northern Lapwing, Vanellus vanellus), con innumerables estorninos pintos (Common Starling, Sturnus vulgaris), y algún chorlito dorado (European Golden Plover, Pluvialis apricaria), pero no pudimos observar otras aves esteparias, quizá por el mal tiempo y lo encharcado de los campos.
Pero había buitres, muchos buitres, leonados, y algunos buitres negros (Cinereous Vulture, Aegypius monachus), por todos los rincones de este paraíso que son las Hoces del Buitre, en el Nordeste de Segovia.