Poco queda de los extensos robledales de quejigo (Quercus faginea) que se extendían en las extensas parameras de la meseta norte. Solo retazos del gran bosque. Acompáñanos a descubrir uno de los mejores bosques de roble que sobreviven muy cerca de Valladolid. Observaremos lo que fueron las rutas de la trashumancia: la Cañada Real Burgalesa, recorrida antaño por el ganado, que fue la riqueza de Castilla. Disfrutaremos de una aventura ornitológica cercana y sorprendente, al lado de una extensa base militar, donde sorprenderte con la vida salvaje.