En un inesperado cañón, entre los páramos castellanos, nace un río, que se torna en arroyo más adelante: el Botijas. Entre laderas empinadas y secas, las madres, manantiales sorprendentes que dan a luz un río. Riscos y peñas, pero también huertas y riberas, nos acompañan en el descubrimiento de un río inadvertido. Entre el extenso Páramo de Corcos, y el pueblo colgado: Cuevas de Provanco. Ven a disfrutar de buitres y rapaces, donde ya nadie pasea, en este rincón de Castilla y León, donde se juntan Segovia y Valladolid.