En las llanuras infinitas de Castilla, allá donde no parece haber fin, tenemos la posibilidad de observar las aves más grandes capaces de volar. De andar pausado, conscientes de que son las verdaderas dueñas de este paisaje desarbolado, pasean lentamente las damas del océano de tierra: las avutardas. Acompáñanos a seguir su vida en los paisajes donde no se acaba la vista, y disfruta de todo el cortejo de rapaces que vigilan desde los cielos. Es Tierra de Campos, el paraíso de las aves esteparias, desconocido para sus habitantes. Visitaremos también la última zona húmeda.