Una ruta muy bonita, y poco transitada en el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón.
La ermita San Julián se asoma al cañón desde el norte, no muy lejos de Sepúlveda, y sólo quedan ruínas. Es una buena excusa para acercarse a las hoces desde un punto poco transitado de este parque natural.
Se accede desde Castrillo de Sepúlveda, hacia el sur por una pista en buen estado, hasta que llegamos al límite de la zona protegida. Seguimos al sur bordeando un arroyo que poco a poco va enroscándose al este, y profundizando en un cañón. Podemos observar antiguas construcciones típicas de la zona, pegadas a las paredes de la cada vez más marcada hoz.
Las cogujadas montesinas, y los roqueros solitarios nos acompañan por todo el recorrido. Pero son los buitres leonados, que nos pasan rozando, los protagonistas absolutos del paisaje. Observar cómo vuelan, sin essfuerzo, es una experiencia relajante, y muy gratificante si no se ha tenido la oportunidad de disfrutar de su ibservación con anterioridad.
A medida que el arroyo a nuestra izquierda va madurando en una hoz, nos acercamos a la ermita, que ya asoma, y vamos disfrutando de la visión de la hoz principal del rio Duratón, que en este, va enlazando curvas. Las chovas piquirrojas nos saludan ruidosamente.
Cuando llegamos a la ermita, de la que quedan algunas paredes, podemos disfrutar de alguna de las mejores buitreras del parque natural. Y hay que estar atentos, pues la reina de las águilas, el águila real, sobrevuela a menudo estos paisajes.